lunes, 16 de enero de 2012

"Contámelo de nuevo"


VERANO COMPARTIDO ENTRE ABUELOS Y NIETOS "Contámelo de nuevo"

En estas vacaciones, los chicos también pueden divertirse con los relatos de sus abuelos y preguntar sobre la infancia de sus padres y de toda la familia.
BUENOS AIRES (Télam) -- Lidia Salerno recién se jubilaba cuando Nahuel, su nieto que tenía 16 años, le propuso pasar unas vacaciones juntos.
"Fuimos a Mendoza, que yo no conocía. En el hotel, unas adolescentes venían a pedirme que lo dejara salir y yo les respondía: pregúntenle a él. En esos días hice todo lo que no había hecho en la vida: escalé, practiqué rafting y hasta salí a la noche. Tengo un recuerdo maravilloso", dice la abuela.
La psicoanalista Laura Orsi indica que compartir la experiencia y la dulzura de los abuelos en las vacaciones puede permitir tejer vínculos imborrables ya que los mayores son grandes transmisores de la historia, las tradiciones y los valores.
En referencia a este vínculo, Orsi, miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA), piensa que se trata de una relación enriquecedora para ambas partes, ya que por un lado los abuelos tienen la ventaja de disfrutar del amor de sus nietos sin afrontar deberes y obligaciones paternales, por caso fijar los límites.
"Los nietos resultan valiosos acompañantes y permiten que los abuelos sigan sintiéndose vigentes y útiles. Mientras que los chicos gozan y se divierten con los relatos de los mayores, indagan sobre la infancia de sus propios padres y de toda la familia, repitiendo el famoso `contámelo otra vez`", agrega.
Un componente adicional de la actualidad es que muchos abuelos y abuelas aún se encuentran activos, por lo que las vacaciones suelen ser una oportunidad para estar más cerca y disfrutar de los nietos con gran tolerancia, afecto y ternura.
No obstante, Orsi aclara que irse de vacaciones con un nieto o nieta es un tema que dependerá de la maduración del niño y de la relación familiar amplia.
"Generalmente lo hacen cuando son adolescentes, a veces un poco antes si la relación ha sido más cercana", advierte.
La licenciada en psicología Eva Rotenberg afirma que la decisión depende de cada familia, de sus momentos y de su historia.
"En términos generales, diríamos que no es recomendable antes de los dos años, ya que los niños a esa edad recién pueden comenzar a expresarse y reconocer bien a sus abuelos como personas confiables. Pero, insisto, depende de cada familia, porque algunos abuelos crían a sus nietos y están más tiempo con ellos que los propios padres".
Esta estadía sin los hijos puede servir, además, para que la pareja recupere momentos de intimidad, siempre y cuando estén tranquilos de que tanto sus chicos como sus padres estarán bien.
Para Orsi, la clave del éxito está en que la elección del viaje sea espontánea por ambas partes.
"Algunos abuelos primerizos se angustian al principio por la gran responsabilidad que implica y les cuesta trasmitir la seguridad y confianza que le dieron sus propios hijos. Por eso --concluye--, cuando no hay obligación sino que todo surge en forma espontánea, suelen ser mayores la alegría y el placer que se generan durante la estadía". extractado de http://www.lanueva.com/edicion_impresa/nota/15/01/2012/c1f048.html

Recomiendan limitar la tecnología en vacaciones


LA DIFICULTAD DE PONER UNA PAUSA A LA RUTINA
Recomiendan limitar la tecnología en vacaciones- Según los expertos, un corte en el uso del celular, las redes sociales y el mail sirve para “oxigenar”. Establecer pautas claras para su uso nos reconecta con la realidad y ayuda a mejorar los vínculos familiares.
Por Maria Eugenia Pintos-Bajar la persiana a las redes sociales y dispositivos electrónicos durante el verano suele ser motivo de grandes disputas familiares y de pareja, pero desprenderse del celular, del Twitter o del posteo en Facebook, puede ser posible. ¿Mantengo el teléfono prendido todo el día? ¿Me conecto a internet para enterarme de las noticias? Estas preguntas, entre otras, están en el tapete a la hora de tomarse vacaciones.
La primera disyuntiva que se presenta con la llegada del veraneo es si partir o no con todos los dispositivos (celulares, computadoras portátiles y hasta iPads). Los especialistas sugieren alternativas previas de negociación antes de armar las valijas. “Una buena práctica para quienes deciden llevar aparatos es establecer una rutina en el tiempo de conexión. Esas pautas corren para los que se conectan por trabajo, para informarse de las últimas noticias, pero también para los más chicos, que usan los paratos para jugar y mantenerse en línea con sus amigos”, explicó la psicoanalista Laura Orsi, miembro titular de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA).
El problema para muchos es cómo abandonar equipos que, a lo largo de todo el año, les han simplificado y hasta resuelto la vida diaria. “Estamos conectados con todo el mundo pero, cuando llegan las vacaciones, no nos damos cuenta de que quedamos presos e inmersos en un sistema que nos obliga a recurrir y depender cada vez más de él. Animarse a encontrarnos con el otro cara a cara es una oportunidad que no podemos perdernos durante las vacaciones”, agregó la psicóanalista.Más allá de su costado práctico, el apego de las personas a la tecnología también suele estar relacionado con un gran temor al vacío, a encontrarse con uno mismo y hasta con los afectos. “Una buena idea para evitar conflictos es establecer pactos previos: apagar los celulares cuando se sale en pareja o con amigos, no llevarlos al dormitorio o inclusive no utilizarlos el fin de semana y después de los horarios laborales. Esto se puede trasladar a las vacaciones. El gran temor que existe en la gente es el perderse de algo importante si no se está conectado”, sostuvo Orsi extractado de http://www.larazon.com.ar/interesa/Recomiendan-limitar-tecnologia-vacaciones_0_313800089.html