Por Fernanda Jara
fjara@infobae.com
Viejas cartas privadas fueron las protagonistas de una conferencia sobre la personalidad de la mujer que dio a los argentinos uno de los mayores símbolos de identidad nacional. Berthe Gardes crió sola a su hijo, en una época en la cual ser madre soltera era estigmatizante
La casa museo de Carlos Gardel en el barrio del Abasto en la ciudad de Buenos Aires fue el escenario de una original conferencia durante la cual psicólogas y estudiosos de la vida del ilustre cantor analizaron las cartas que Marie Berthe Gardes, su madre, enviara desde Toulouse a sus amistades de Buenos Aires entre 1934/1935 refiriéndose a sus temores, necesidades y el vínculo con su hijo.
La charla fue coordinada por el doctor Norberto Regueira y contó con la participación de la curadora Micaela Patania, la doctora Laura Orsi -psicoanalista y Asesora Cultural de la Legislatura- y la licenciada Adriana Guraieb, psicoanalista.
Berthe Gardes fue presentada como pionera de la familia monoparental por los conferencistas que hicieron hincapié en el estigma social de la madre soltera y la migración y expusieron conceptos propios de Gardes, tales como “en fin” y “yo siempre lo espero”.
“Todo, nada me llama la atención, no voy a ninguna parte, aquí son tan caseros que no hay ninguna distracción. En fin veremos ahora que viene el buen tiempo, saldré un poco aunque sea sola. Berthe”, dice Gardes en una de sus cartas.
“Las cartas, sostuvo Laura Orsi, revelan la intimidad de su autor: sus angustias y alegrías, sus amores y temores, sus luchas, derrotas y victorias, y nos permiten entrar en el ´mundo´ del otro".
Adriana Guraieb dijo que Berthes fue “madre soltera, pobre y migrante: demasiados estigmas para un solo cuerpo y una sola alma; sin embargo, a ella le debemos los argentinos un emblema de identidad nacional: su hijo Carlos Gardel”.
Imágenes de fondo con textos extraídos de esas peculiares cartas despertaron el debate entre los presentes, muchos de ellos estudiosos de la vida y obra del cantor porteño. Un dato sorprendente es que no existen fotos de Carlos (Charles- como lo bautizó su madre) y Berthe. Sólo se tiene registro de una fotografía –casi producida para lo que eran los simples retratos de la época- de Carlos abrazando un retrato de su madre- instalado sobre una chimenea.
Las paredes de la casa de Jean Jaures 735 revivieron una vez más la historia de esa mujer que lavaba ropa para criar a su pequeño, quien a los 14 años se fue solo a Montevideo, con la única intención de hacerse conocido como cantor de tangos.
Rasgos propios de una mujer que crió sola a su hijo: “Yo siempre lo espero”
Su fortaleza le permitió a Berthe superar la dinámica familiar tradicional y la vulnerabilidad social generada por pertenecer a un momento de la historia en que el ideal era el matrimonio indisoluble.
“Pensar en Berthe nos lleva también a recordar su trabajo como planchadora en el taller de su amiga Anaïs Beaux. Las obras de dos grandes artistas, Edgar Degas y Pablo Picasso evocan el cansancio, soledad y desamparo de estas mujeres en sus horas de trabajo. Picasso pinta a una planchadora en la época azul, en clara referencia sobre sus preocupaciones sociales, Degas las representa con gran naturalismo en los gestos de bostezo”, explicó Orsi.
Fragmentos de las Cartas de Berthe Gardes
Toulouse, el 3 de mayo de 1934
Queridos Amigos:
Me parece que voy a encontrar el tiempo largo, no sé qué va a ser de mí. Yo le contesté su carta pero para no afligirlo no le dije nada, basta que él esté contento me conformaré, el decir la verdad me es indiferente. Todo, nada me llama la atención, no voy a ninguna parte, aquí son tan caseros que no hay ninguna distracción, en fin veremos ahora que viene el buen tiempo saldré un poco aunque sea sola.
Berthe. http://www.infobae.com/notas/678176-La-madre-de-Carlos-Gardel-al-divan.html
domingo, 28 de octubre de 2012
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario