POR EZEQUIEL VIÉITEZ
La fascinación de estar conectado 24 horas se puede volver angustia. Hay aplicaciones para autolimitarse 02/09/13
Llegar a cada semáforo era el objetivo. Quería parar el auto y leer lo que le habían contestado en Twitter. Después, la cena empezaba con la telenovela de fondo, el plato de comida caliente y los beeps del celular en la mesa. En rigor, también estaban ahí su esposa y los nenes. Por suerte, o por desgracia, al día siguiente arrancaba otra vuelta: más e-mails, mensajes en WhatsApp, el video del día en YouTube y muchas ganas de postear fotos. Días antes de cumplir los 40, Alejandro dijo basta. Y empezó a sacar el Blackberry de su intimidad.
El caso, relatado por un terapeuta consultado para esta nota, ilustra una tendencia que empieza a detectarse en diferentes ámbitos: fanáticos de las nuevas tecnologías que se “arrepienten” y empiezan a buscar ratos de “desconexión”.
“Cada vez más gente pacta apagar los celulares, cuando sale en pareja o con amigos, no llevarlos al dormitorio, o no recargarlos durante el fin de semana”, dice la médica psicoanalista Laura Orsi, de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA). “Esta tendencia empieza a ser perceptible y debemos trabajar con los pacientes en indicaciones estratégicas para conectarse menos y recuperar la calidad de los vínculos afectivos”, completa la psiquiatra Verónica Mora Dubuc, miembro de la Asociación de Psiquiatras Argentinos (APSA), especializada en juegos patológicos y adicciones comportamentales.
El fenómeno que protagonizan los que necesitan volver a la vida off-line no es solamente local, sino mundial...Para Mora Dubuc, “luces, colores y movimiento son factores de atracción muy fuertes”. Por eso, en algún momento, se siente la necesidad de bajar la velocidad, como alguien que decide reducir la cantidad de cigarrillos que fuma por día.
Orsi evalúa que estar hiperconectado “puede aumentar el estrés y la jornada laboral, porque muchos siguen trabajando desde casa o contestando mensajes desde la quinta” y padecen la tentación de querer ver “qué es lo que me estoy perdiendo, cuál es la última noticia”, sin relajarse nunca. Así, terminan complicando su propia calidad de vida....¿Será necesario desenchufarse por completo para volver a disfrutar de lo esencial? extractado de
http://www.clarin.com/sociedad/vez-gente-satura-apaga-celular_0_985701432.html
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