Los herederos de Freud y Lacan son cuestionados por su falta de contacto con el drama social. Pero reconocen la crisis, defienden la profesión y proponen adecuarse al presente..La médica y psicoanalista Cecilia Moise, coautora y compiladora del** libro Psicoanálisis y sociedad asegura, optimista, que “El psicoanálisis no sólo cura sino que también previene”. Señala que desde hace tiempo los psicoanalistas trabajan en lo social y desarrollan su actividad más allá del diván. Esta actividad no tiene una gran visibilidad, todavía los psicoanalistas son considerados intelectuales en un sentido peyorativo de la palabra. Todavía cuesta verlos integrados en un campo de asistencia popular de la salud mental.
Moise analiza las heridas del terrorismo mundial y su impacto en quienes lo han padecido y en quienes creen que lo pueden sufrir. La maldad en la política, la historia, la literatura y la vida cotidiana dan pie para hablar de experiencias traumáticas que surgen de los totalitarismos como el que padecimos a fines de los 70. La especialista también aborda el tema de la emigración. A principios de este siglo, Ezeiza se había convertido en la rampa por la que se escapaba el futuro argentino. Día a día, en un agónico e interminable drenaje, jóvenes con un título bajo el brazo salían rumbo al Primer Mundo llevando sueños, proyectos y el bagaje académico adquirido en universidades argentinas. La ilusión estaba en marcha, pero la desilusión estaba a la vuelta de la esquina. Y surgía el dolor de quienes los despedían en el aeropuerto.
Otra especialista como Silvia Bleichmar (1944-2007) tuvo conciencia del problema que enfrentaba el psicoanálisis desde temprano. Bleichmar (formada con Jean Laplanche) sacó el consultorio de la abstracción psi y lo vinculó con los problemas sociales de la época. Los nuevos y los que ya estaban compenetrados en la sociedad. México fue la tierra que la recibió durante su exilio. Allí volvió para dirigir el programa de asistencia psicológica a las víctimas infantiles del terremoto de 1985 de México creado por Unicef. En la Argentina formó parte del proyecto de la ayuda psicológica a los afectados por el atentado contra la sede de la AMIA. Bleichmar escribió un conjunto de ensayos que bajo el título de Dolor país expuso su preocupación por la cuestión social y la crisis de 2001 y de los meses siguientes y donde subrayó la necesidad de anteponer las subjetividades a los crudos números del riesgo país.
En el mismo sentido, Moise pregunta: “¿No es acaso muy reducido pensar un paciente desde el estrecho marco del consultorio ignorando lo que pasa afuera, a menos que pongan una bomba, tiren las torres gemelas o pase un huracán? ¿Hay alguien que puede nacer, crecer sin necesitar una sucesión de otros que aportarán a la construcción de su subjetividad? Otros, que en su conjunto, forman parte de esa sociedad”.
Es difícil vincular al psicoanálisis con un sentido o preocupación comunitaria. Sin embargo, el individuo pide a gritos ser comprendido en su entorno, algo que, en realidad, Freud había entendido y muy bien y que hoy merece ser releído en detalle. extractado de
http://www.revistaenie.clarin.com/ideas/psicologia/El_malestar_del_psicoanalisis_0_988701130.html
POR HECTOR PAVON ** Libro PSICOANÁLISIS Y SOCIEDAD Teoría y Prácticas
El Prólogo es del Dr.
Marcelo N. Viñar AUTORES : Cecilia Moise (comp.) Laura Orsi - Haydeé Kohan
Gladis Mabel Tripcevich Piovano - Celia Chama Cleto Santa Coloma - Olga Cartañá - Luis Oswald Liliana Andrello - Jacqueline Abraham María Teresa Calabrese - Guido Arrigazzi - María A. Logiovine |
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