miércoles, 20 de enero de 2016

Suegras compinches: una relación más relajada, con menos prejuicios y recelos

UN VINCULO QUE SE TRANSFORMA
Especialistas explican que los cambios sociales en relación a las mujeres afectan también a los distintos vínculos
 “La suegra ya no es la que lo sabe todo, ni le interesa serlo, ni pretende ejercer ‘su poder’ como antaño”
“Es posible que esto se deba al cambio del rol de la mujer, hay un gran cambio de modelos y valores”, dice la psicóanalista Laura Orsi, miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina, y explica que la mujer actual busca tanto la independencia económica y profesional como realizarse afectivamente para ser feliz y exitosa.
“Esto redefine los roles. La suegra ya no es, en general , la que lo sabe todo, ni le interesa serlo, ni pretende ejercer ‘su poder’ como antaño. Al contrario, con la solidaridad de género en muchas oportunidades se alían con sus nueras”, dice Orsi y señala que algunas “nuevas” suegras suelen ser mujeres autónomas y que acaso ya no están totalmente disponibles ni pendientes de sus hijos y nueras....“La suegra solía sentirse la mejor en todo -en la cocina, en la costura, en las tareas del hogar y en la crianza de sus hijos- y la nuera, con menor experiencia, siempre salía perdiendo en esa comparación. Quedaba en un lugar desvalorizado. En lugar de acompañarse mutuamente, se generaba una gran competencia y se abría una distancia entre ellas”, dice Orsi.
Lejos de este modelo de comportamiento, las suegras se muestran más flexibles aunque no siempre tan accesibles. Debido a sus ocupaciones ya no viven en “permanente” disponibilidad. De hecho, muchos hijos tienen que reclamarles para que “aparezcan” y cuiden, cada tanto, a sus nietos.
Si hubiera que definir un ideal, Orsi plantea que sería la suegra que acompaña y establece una distancia útil con la familia de su hijo. “Es atenta, cercana, afectuosa y cálida, sin ser invasora. Usa su saber para ayudar en las necesidades actuales. Eso no implica que no haya roces. Lo importante es que puedan resolverse con dialogo”, dice.
La especialista plantea que para una buena relación es importante “acompañar, ocuparse, estar dispuesta a escuchar y aprender si es necesario”. También, dice, es fundamental trabajar incansablemente por la solidaridad de genero “para generar un espíritu de colaboración y cooperación que permita diálogos y consensos constructivos”. extractado de art http://www.eldia.com/informacion-general/suegras-compinches-una-relacion-mas-relajada-con-menos-prejuicios-y-recelos-109713

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