lunes, 18 de octubre de 2010

Los desafíos actuales de criar hijos



Los desafíos actuales de criar hijos


En el Día de la Madre, distintas especialistas coinciden en que es una tarea cada vez más compleja, porque las mujeres están más fuera de sus casas.

Las madres del siglo XXI se enfrentan a nuevos desafíos. Las estructuras familiares se fue ron modificando y hoy su tarea resulta más compleja por diferentes motivos.
La mayoría de las mujeres trabaja y tiene que ocuparse de su casa. Además, con los avances de la tecnología tienen que aprender y estar atentas al uso que le dan sus hijos a estas herramientas.
Si bien el trabajo de la madre en el hogar siempre fue complicado, ahora hay que analizar en qué lugar están las mujeres y cómo pueden ocuparse de la maternidad y satisfacer sus deseos personales.

MATERNIDAD Clarisa Voloschin, profesora de Psicología Social de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, explicó que el rol de la madre "depende mucho del grupo social al que pertenece. No son las mismas normas para las clases altas y las de menos recursos".
Voloschin distinguió las diferencias: "Para la clase alta todo lo que es la atención del chico en su crecimiento y su bienestar o confort está marcada por lo que deben tener para pertenecer a ese grupo social, como buena alimentación y estimulación.
Y al mismo tiempo están con alguien que los cuida durante todo el día. En su momento se llamó nodriza, luego ama de llaves o mayordomo. Ahí lo que aparece como rol de la madre es la supervisión general y mucho distanciamiento afectivo. En un estudio reciente, lo que contestaba los hijos de clase alta era que sentían más cercanía afectiva hacia los empleados, porque eran quienes los habían criados".
Por otra parte, "en las clases más bajas cambia totalmente. Hay una diferencia entre las mujeres mayores y menores. Las adolescentes no temen embarazarse porque piensan que es un agregado, y que si tienen que hacer tareas domésticas es mejor que las haga por un hijo propio y no para la familia de lá madre. En las clases bajas, las hijas son la ayuda doméstica, y cuando crecen la madre les dice que cuiden de sus hermanitos porque ella tiene que salir a trabajar. Y ahí el hombre no se queda, no siente que sea una tarea suya, y en cuanto siga sintiéndose así, es muy difícil que cambie su forma de ser", agregó Voloschin.
Para la doctora Raquel Rascovsky de Salvarezza, médica psicoanalista, full member de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA), "la mujer tiene dos trabajos: es ama de casa y además trabaja. Y el hombre no se ha puesto a la par, ayuda pero relativamente. La crianza si bien en un primer momento es dependiente exclusivamente de la mujer, posteriormente el hombre se va incluyendo, pero siempre relativamente. En general, la mujer es mucho más activa en cuanto a los hijos y a la casa".
Rascovsky destacó que "para la mujer que trabaja es realmente un esfuerzo muy grande tener hijos. Y se asocia a otra circunstancia y es que la mujer que trabaja tiene como máximo tres meses de posparto. Además, le cuesta mucho trabajo dejar al bebé en una guardería. Hay empresas que brindan este servicio donde les permiten ir a darle de mamar a sus hijos, pero no es la generalidad".
La doctora Laura Orsi, médica psicoanalista, miembro titular de la APA, coautora del libro `Psicoanálisis y Sociedad', sostiene que "en la actualidad las madres se han convertido en verdaderas 'mujeres orquesta', porque tienen que estar atentas de innumerables aspectos desde su trabajo, la crianza de los hijos, la casa, las amigas, a veces con muy poco tiempo para ellas y su cuidado".
La doctora Deborah Fleischer, médica psicoanalista, autora del libro'Clínica de las transformaciones familia res', miembro de la Escuela de Orientación Lacaniana (EOL), opinó que "todo depende de cómo se inserte la madre y todos los miembros de la familia en una actitud solidaria o de aislamiento. Está prevaleciendo mucho en esta época el ensimismamiento, el estar metido adentro de uno mismo y no darse cuenta de lo que ocurre alrededor. Eso pasa con la madre, con el padre y con los jóvenes. En este momento es por esta oferta del mercado donde el goce está en el consumo y lo descartable".

MUJER Las mujeres tienen que aprender a encontrar el equilibrio entre sus intereses y sus obligaciones. Ser ama de casa o insertarse en el mundo laboral para algunas es una opción y para otras una obligación. Además, dentro de sus actividades diarias, deben cuidar y atender las necesidades de sus hijos.
Voloschin destacó que hay que "tener mayor cuidado en que no se expanda el femicidio. Porque están matando a las mujeres fértiles de clase media. Tiene que ver con la mayor libertad que tiene la mujer cuando dice 'yo me voy a trabajar para ganarme mi vida y no voy a estar manteniendo a un vago como vos'. Tenemos que partir de la base de que esto es algo que existe, que hay que hablarlo y llevarlo a la mesa cuando aparecen las noticias por televisión y no pensar que eso le pasa a otro. Esto es el primer paso para que la sociedad empiece a pensar en estos homicidios".
La profesora agregó: "Aparece la cuestión de la mujer no sometida a la violencia doméstica. Hay un vacío dentro del núcleo familiar que tiene que ver con el afecto. La situación es muy penosa tanto para la mujer como para el resto de los integrantes del núcleo familiar, de sentir que no hay más para dar".
La doctora Fleischer apuntó a las transformaciones de la mujer y de la estructura familiar: "Hace unas décadas con el nacimiento del feminismo se diferencia la madre y la muc jer. En este momento no se habla de madres y padres sino de maternidad y paternidad. Hay muchas transformaciones en esta época, en la sexualidad, la procreación, la convivencia. Ya no hablamos solamente de matrimonio heterosexual. En los últimos períodos está el derecho a la elección, y la madre también aporta económicamente al hogar. La cuestión de maternidad y paternidad me parece que no tiene que ver con una cuestión de cantidad de horas que alguien está con los niños, sino con la manera y los estilos".
Además, aclaró: "En psicoanálisis no hablamos de la madre en general, hablamos caso por caso y de distintos estilos. Hay madres que trabajan y al mismo tiempo están muy atentas a lo que les pasa a sus hijos, y hay madres que están todo el día en la casa y a lo mejor están en otra mirando la televisión o charlando con sus amigas".
Rascovsky remarcó la presión que sienten las mujeres al tener que trabajar y ocuparse de las tareas domésticas: "La situación económica apremia, por un lado y por otro lado en el consenso social, la mujer que no trabaja no hace nada. Si no trabaja dice 'yo no hago nada' aunque tenga cinco hijos. Hay como un imaginario donde las cosas de la casa es como si se hicieran solas, como si hubieran fantasmas que hacen las cosas. Eso también las induce a trabajar. Algunas madres una vez que tienen el bebé solicitan trabajar desde la casa por Internet, y cuando eso se alcanza es un gran logro para esa mujer. Porque está en la casa, tiene noción de que está pasando, de que está ocurriendo y no deja a su criatura en otras manos".
Laura Orsi coincidió en este punto: "Hay un gran cambio de modelos y valores. Por lo cual, la mujer para ser feliz y exitosa busca tanto la independencia económica y profesional, como realizarse afectivamente. La mujer está buscando un equilibrio, es tan importante para ella la formación profesional-laboral, como el desarrollo personal. Esto ha sucedido por exigencias socioeconómicas y cambios en el rol social".

TECNOLOGIA Las más importantes diferencias entre las madres y sus hijos tienen que ver, en muchos casos, con el uso de la tecnología. La mejor forma de orientar a los hijos es conociendo estas herramientas para aconsejar y entenderlos mejor.
Para Voloschin, "con la tecnología las mujeres están aprendiendo mucho, no hay mucha diferencia. En las investigaciones que estamos haciendo en la cátedra no aparece de ninguna manera. La tecnología se está viendo como entretenimiento".
Fleischer recordó: "Hay una frase que dice que en la cabecera de la mesa antes estaba el padre y ahora está la televisión. No se pueden plantear las cuestiones en términos universales, ni del lado del imperio de la nada. No es la vía de la nostalgia, ni del todo vale".
La psicoanalista recomendó: "las madres no tienen que quedar alienadas en lo mismo. Ahora hay otras ofertas en el mercado que hacen que por ahí se pierda de vista la solidaridad entre los miembros de la familia".
"Hay madres que pese a la tecnología, pese a que trabajar, tienen su espacio para hablar con los hijos, para jugar con ellos, estimularlos en cuestiones que tienen que ver con la escuela, con el arte. Y hay otras que quizás están alienadas con las demandas del mercado. Para las madres se trata de estar presentes, que eso no quiere decir que la madre no haga otras cosas que desea, como trabajar o estudiar", destacó la doctora Fleischer.
La doctora Rascovsky aclaró que "es una dificultad para las madres porque no todas saben de tecnología. Uno tiene que ponerse al tanto y aprender de los chicos. Porque los chicos enseñan mucho, cuando uno está dispuesto a aprender de ellos y no se siente superior. Creo que en cuanto a la tecnología hay que tener mucho cuidado y hay que estar muy conscientes de que es un peligro".
La doctora Rascovsky concluyó: "Lo más importante es darle amor a los hijos. Amamantarlos, porque es muy distinta a la mamadera que no responde, al pecho de la madre que responde. Lamentablemente, no siempre se puede hacer lo que uno quiere o lo que desea con sus hijos. Pero cuando uno se adapta, busca una adaptación que sea útil para ambos, para la madre poder seguir trabajando y para el hijo poder crecer bien. Hay que estimular y no ordenar, no ser riguroso, ser comprensivos y mantener un ambiente afectivo donde la criatura se sienta cómoda con uno" ∎La Prensa 18.10.2010 .17/10/2010 La Prensa - Nota - Actualidad - Pag. 20- http://www.uba.ar/popup/index.php?id=53692

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