miércoles, 21 de octubre de 2009

Contención frente al impacto Social e individual de una tragedia-


El episodio de Cromañón, que enlutó al país sobre el fin del año pasado, sacó a la luz profundas falencias de la sociedad que de una u otra manera repercutieron en la conciencia de todos. ¿Qué impacto tiene una tragedia de estas proporciones en la salud mental de quienes no lo han padecido directamente? El incendio del local República Cromañón el 30 de diciembre pasado en Buenos Aires puso en tela dejuicio los temas de la seguridad y de la prevención desde un ángulo diferente al que venía llenando las páginas de los diarios hasta el momento. Sin embargo, ¿hubo un cambio social real (relacionado con estos temas) después de la tragedia de República Cromañón? La Lic. Perla Pilewski, psicoanalista, egresada de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA), cree que un verdadero "cambio" en este sentido fue, por ejemplo, el caso Carrasco el joven conscripto asesinado en Neuquén en los años '90 por sus superiores a cargo-, tras el cual un gobierno se vio forzado a suprimir el servicio militar obligatorio en la Argentina, mientras que "Cromañón no produjo cambio alguno, porque el hecho de que ahora salgan corriendo a cerrar todo [se refiere al cierre indiscriminado de lugares nocturnos en Buenos Aires] no sé si no es un retroceso". De acuerdo con la especialista, en la gente que no fue afectada directamente por la tragedia "cambió el estado emocional, pero eso no es un cambio en las actitudes, sino que forma parte del impacto social"."En todo caso -interviene su colega la Dra.Laura Orsi, miembro de APA- es de esperar que este impacto social genere un cambio". Para que ese impacto se traduzca en un cambio es necesario, consideran, una serie de acciones relacionadas con la concientización, la comunicación y el aspecto ejecutivo. PREVENCIÓN COMUNITARIA Entre los talleres que organizan y coordinan para alumnos de escuelassecundarias estuvieron presentes últimamente temas como el papel de los docentes frente a las adicciones, la anorexia o el embarazo adolescente: "Los temas los propusieron los interesados, y después los profesionales elaboramos los talleres", aclara la Lic. Pilewski, quien agregó que "los que estuvieron en los talleres fueron los profesores, pero uno infiere que hay una cadena de mul tiplicadores donde toda la comunidad va a aprovechar ese taller que hicieron los docentes". "Creo que en este momento los docentes están como desabordados,como que no pueden con los chicos porque ya no tienen solamente que enseñarles, sino también cómo contenerlos frente a todas estas cosas que les pasan", añade por su parte la Dra. Orsi. Entre las actitudes que se observan de manera más evidente frente a un episodio trágico resaltan una necesidad de "prevención" que pareciera haber surgido "de repente", como si las causas sociales e institucionales que facilitaron y que lo facilitaron no existieran desde antes. Una sensación de que "nunca es suficiente para estar prevenidos A este respecto la Lic. Pilewski señala que según el punto de vista desde el cual trabajan "no existe una definición de prevención, sino que cuando pasa algo así, lo que sí se puede es aprovecharlo para ver las causas, no en el sentido judicial, sino en el sentido de identificar todos los factores que han confluido para que suceda un hecho de tal naturaleza". A partir de allí, cree, se pueden elaborar líneas de solución acerca de cómo se previene: "Cerrar es un acto compulsivo, no preventivo". La prevención comunitaria tal como la proponen, según explica Orsi, toca varios temas: las adicciones, la violencia escolar, la familiar, la sexualidad, "el sida, que interactúa con todos ellos". HACIA LOS ADOLESCENTES Estas especialistas de APA creen que es posible desligar el "control" de su sentido represivo, si es que se logra volcar en la acción de verificar si los dispositivos reales de prevención efectivamente funcionan. "A los adolescentes sólo se los tiene en cuenta como consumidores, son el objetivo principal de las publicidades; por un lado se idealiza a la juventud, pero por el otro lado los jóvenes están subvaluados desde las políticas públicas", señala la Dra. Orsi. "El rock abarca temas de protesta y de denuncia, por eso los jóvenes se encuentran identificados en un momento de su vida en el que buscan respuestas y no las encuentran -intenta explicar-, y este sería nuestro trabajo: el de ayudarlos a encontrarlos en un mundo con valores en crisis". Lo que dicen promover es "una cultura de la acción en la que esta sea una reflexión previa, tanto sobre las acciones que se realizan como sobre las consecuencias de esas acciones". "A MÍ TAMBIÉN…" ¿Cuál es, dentro de este contexto, la función de pensar "a mí también me podría haber pasado"? La Lic. Pilewski entiende que hay dos posiciones muy típicas que la gente que no vivió en carne propia una tragedia adopta respecto de ella: una, "a mí nunca va a pasarme algo así"; otra, "no salgo nunca más a ningún lado porque me puede pasar algo así". Y dentro de esos polos, todo un amplio abanico de posibilidades. "Todos los que vivieron esa situación particular sufren lo que se llama un impacto postraumático, pero la sociedad también sufre, a su modo, un impacto postraumático". En el sentido de la prevención, cree Pilewski, es importante considerar que lo que sucedió, "nos sucedió a todos, como comunidad", e investigar qué es necesario hacer para que no vuelva a pasar. "Nosotros no trabajamos con el tema del azar -resume- porque para nosotros el que se salvó, no se salvó por azar. Este incidente [el de República Cromañón] está entre un atentado y un accidente. No es un accidente porque fue provocado, activa pero involuntariamente". "Pero se habían negado antecedentes, situaciones similares que ya habían sucedido", agrega Orsi. U n e n f o q u e d e 2 p s i c o a n a l i s t a s- D.PREGON- Jujuy, miércoles 23 de febrero de 2005 por Marcelo Rodríguez

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