miércoles, 21 de octubre de 2009

MUJER MULTIFUNCION


Suena el despertador, ella daría hasta lo que no tiene por dormir 15 minutos más, pero levantarsequivale a mover los engranajes de toda la casa y no puede darse el lujo de flaquear. Despierta alos chicos, desayunan y, mientras ellos van a la escuela, ella se prepara para ir a la oficina.¿Y el marido?, no importa, por lo menos en este párrafo.Ella es ELLA, cualquier mujer de hoy. La que en el trabajo debe ser la mejor, queen la casa debe ser la única, la de los impostergables y la que, más allá de todo, siempre debe estar espléndida. La “mujer multifunción” es una de las consecuencias de la liberación femenina que experimentaron las sociedades occidentales en la década del ’60 del siglo pasado. Tras la redefinición del cuerpo derivada de la revolución sexual del amor libre, y el lento pero constante avance en el ámbito laboral, en poco menos de dos décadasla mujer abandonó la idea del éxito ligado exclusivamente a la figura de un marido triunfador (hace tiempo que no se escucha la frase “detrás de todo hombre hay una gran mujer”), y asumió un rol protagónico puertas afuera del hogar, su reino por antonomasia.“Hay un gran cambio de modelos y valores,y para ser feliz la mujer busca tanto la independencia económica y profesional como la realización afectiva”, dice Laura Orsi de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA). Sin embargo, ante este contexto las mujeres deben descubrir cómo articular los proyectos personales con la pareja y la maternidad sin postergar ningún aspecto y sin sentir culpa por los eventuales logros que consiga. “La clave es compartir los éxitos, apoyarse mutuamente para que los logros individuales sean de todos, y que la convivencia no sea vivida como competencia”, opina Orsi. En la misma línea, Liliana Novaro, también de APA, resalta que, a pesar de ser “un enorme esfuerzo”, las mujeres deben estructurar familias donde el vínculo con la pareja sea de colaboración y compañerismo. Pero si de compañerismo se trata, ambas soluciones requieren que el hombre sepa interpretar los nuevos tiempos. “Por lo que veo en mi consultorio, la revolución femenina no ha sido cabalmente comprendida o aceptada por los hombres”, afirma la psicoanalista Raquel Rascovsky de Salvarezza, y agrega: “Creo que donde menos se observan los cambios en las parejas es en las tareas del hogar y el cuidado de los hijos. Se sigue diciendo que una mujer que cuida su casa y sus hijo no hace nada, como si solamente el trabajo similar al de los hombres fuera de valor”.Por otro lado, para las solteras las cosas tampoco son fáciles. Al margen de la idea de hogar que tengan, las mujeres independientes, y sobre todo las exitosas, son temidas por muchos hombres que, a partir de sus contradicciones de género, venen peligro su rol de proveedores y, al mismo tiempo, sufren de un pánico de época: huyen despavoridos del compromiso y apuestan a relaciones más superficiales.¿Qué ocurre con las nuevas abuelas, las que despiertan a estos cambios con el nido vacío? Según Novaro, estas mujeres deben continuar con su vida de manera creativa:“Es importante que tengan conciencia que la inserción o reinserción laboral al término de la crianza de los hijos es muy dificultosa”, explica la profesional y sugiere apelar a emprendimientos personales porque, en caso no hacerlo, “puede surgir una expectativa de resarcimiento de los hijos, y reproches del estilo ‘yo dejé todos por ustedes’”. Asimismo, Novaro alerta que, si esos conflictos no se elaboran adecuadamente, podrían aparecer cuadros de depresión o enfermedades orgánicas.Con todo, usted, motor no solo de la casa sino también de la sociedad, sabe que mañana volverá a sonar el despertador y deberá levantarse otra vez para ser inteligente, linda,cómplice, sensual, trabajadora, compañera, madre, en fin, todo eso que significa ser mujer. Y, por suerte, sabe hacerlo muy bien. Felicidades y gracias. Todo en una, la mujer actual debe trabajar, atender el hogar, y estar linda. subeybaja@equilibriosuple.com.ar EQUILIBRIOS Domingo 8 de marzo de 2009 - Perfil -

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